La luna llena en Virgo indica que es tiempo de reparación, de anclaje, de estar presentes con nuestro dolor, traumas y pérdidas. Que es tiempo de darnos amor, ser compasivos y hacer lo posible para estar bien o lo mejor posible.
Es una luna bajo la que se enfatiza el bienestar porque Virgo rige al cuerpo y los hábitos en los que nos embarcamos y como los abordamos a diario.
Los últimos dos años hemos modificado radicalmente nuestras vidas. Adquirimos rutinas que quizá ya no nos sirvan por lo que conviene analizar qué de lo que hacemos nos ayuda o impide lograr nuestros objetivos.
Usemos al plenilunio para crear balance.
La Luna llena del 18 es la última del año astrológico, recordemos que marzo 20 es el inicio de la primavera, cuando la nueva vida se asoma, el mundo reverdece y comenzamos de nuevo.
Los poderes de Virgo están escondidos tras esa fachada de orden y perfección con los que calificamos a la personas que nacen bajo este signo y sí, los caracterizan, pero no lo definen a plenitud.
Para efectos prácticos usemos la energía de la Luna llena que concluye un trabajo de seis meses de re acomodo y regreso al orden. Si lo permitimos, nos anclará en esta convulsa e incierta realidad.
La Luna llega dos días antes del equinoccio de primavera. El equinoccio, es cuando el día y la noche duran lo mismo, por lo que la búsqueda se inclinará hacia el balance, hacia la armonía.
Se dirán, qué difícil encontrar equilibrio en medio de una guerra latente, de una pandemia que está en estertores que todavía no termina y que está pasando facturas de desempleo, soledad, frustración, escasez, pérdida, incertidumbre y tantas otras cosas.
Pero el cosmos siempre provee recursos para salir adelante y así el contacto armónico con Plutón, planeta de la transformación, hará que los cambios que implementemos a nuestra salud sean positivos y probablemente duraderos y transformadores. Además al hacer contacto con Neptuno, el planeta de la disolución y el sacrificio, nos volvemos sensibles al sufrimiento de los otros y podemos hacerlo nuestro. Somos empáticos.
El elemento al que pertenece Virgo es la tierra, que implica al mundo de lo práctico. Y así en combinación con la intensidad emocional que provocan las Lunas llenas, la invitación es a la acción y a no quedarnos de brazos cruzados. Como sea que podamos apoyemos, ayudemos a quienes nos rodean y lo necesitan. La vibra es de unidad y solidaridad.
A Virgo le gusta simplificar y optimizar. Virgo todo cuestiona; es exigente. Bajo su influencia nos imponemos precisión y nos ponemos la vara muy alta; pasaremos por momentos de gran duda e incertidumbre sin los cuales no podríamos romper esquemas y hacer descubrimientos personales.
Cultivemos firmeza y determinación para encontrar nuestro poder, nuestro valor y nuestra fuerza interna.
Volvamos a los poderes de Virgo, a su magia, a su bajo perfil, a su no necesitar sobresalir, a su visión de rayo láser que todo descubre en los detalles, que busca ayudar desinteresadamente.
Usemos este tiempo para limpiar, purificar y reparar nuestra mente, cuerpo y entorno.
Como inspiración les dejo esta canción de Fairground Atrraction, de vibra muy Virgo, no tanto por lo alegre, pero sí por su propuesta de perfección, que en realidad no debiera ser nuestro fin último, ya que la perfección radica en estar en el momento, entre la prueba y el error.