Luna nueva en Capricornio. 25/12/19 11:13 pm. De entre la penumbra.

Foto de Jochen Gabrisch en Unsplash

El invierno nos agarró de golpe, contundente y casi despiadado. Esto del calentamiento global, nos tenía de suéter ligerito y disfrutando de por ejemplo, la tarde del 28 de noviembre a 27º. Pensar en un abrigo resultaba improbable. Pero más tarde o más temprano la naturaleza se ajusta y acomoda y así como si nada, llegó el Solsticio de invierno. Ya saben la noche más larga del año y la inevitable disminución de la luz. El descenso del alma a la penumbra.

Envueltos en la oscuridad de la Luna Nueva - eclipse solar anular, es que podemos ser testigos de nuestra propia luz. Esa llama que alimenta nuestro poder generador y creativo. Durante el que sobresalir se vuelve parte esencial de nuestro vocabulario. Momento en el que nos armamos de determinación, del genuino deseo de llevar a cabo.

Sí, estamos bajo el efecto del tercero del trio de eclipses 2019 en Capricornio, el último de la década. OJO: este es el signo que más disfruta ser responsable, ya imaginan lo que viene ¿verdad?

Estamos por iniciar no sólo un año nuevo, estamos por iniciar una década. Para ello se recomienda una buena dotación de pasión y optimismo, que el viaje que estamos por emprender debe estar exento de expectativas, la recompensa es la madurez. Qué desilusión, dirán. Pero nuestros tiempos la exigen; además cada quien su estilo y ritmo. Cada uno sabrá qué y hasta dónde llegar.

Breviario astronómico. Un eclipse solar, es cuando la Luna domina al Sol (lo cubre por completo) pero cuando se trata de un eclipse anular, no lo tapa del todo. Se asoma su luz como un anillo de fuego alrededor. Los eclipses anulares, son especialmente poderosos ya que el Sol está muy cerca a uno de los Nodos de la Luna. En este caso, al Nodo Sur, que simboliza finales.

La temporada de eclipses es siempre una oportunidad para romper con el pasado. Ese que ensombrece y constriñe. Cuando sucede en Capricornio, lo que necesitamos es trabajar con la realidad y los límites; tenemos que establecer un sistema, una rutina donde el esfuerzo no se cuestione si no que se incorpore naturalmente al día con día, semana con semana, mes con mes y así hasta el infinito. Necesitamos reglas, hábitos que fomenten la disciplina, rituales que ayuden a fijar intenciones.

Enmarcarnos dentro de la estructura, sólo traerá beneficios. Sobre todo porque la unión de Júpiter (expansión) con el eclipse se traduce en un nuevo inicio con enorme potencial de crecimiento. En Capricornio, no se queda como anécdota, es realizable. Le sumamos el trino a Urano (el disruptor) y se entiende que romperemos esquemas con moderación (por los signos de tierra donde todo se esta sucediendo), que adoptaremos nuevos hábitos y tradiciones.

Las Lunas nuevas son semillas, puertas cósmicas de oportunidad que nos regalan la posibilidad de reinventarnos e iniciar de nuevo. Seamos conscientes de que estamos configurando los patrones sobre los cuales estamos forjando nuestra nueva vida. Que si bien se abre un portal de probabilidades, antes tendremos que navegar a través de la oscuridad, las sombras de nuestro pasado y las verdades que ocultamos a voluntad.

El contacto con Kirón (el sanador) nos hará sentir inseguros, vamos a dudar de nuestra valía, habilidades y capacidad para dar resultados. Pero confrontar nuestras limitantes creencias de no merecer, de no ser aptos, ni lo suficientemente buenos para construir el futuro que queremos, es tan solo parte del proceso de reconstrucción.

La vida es dura, es fea, duele y desgarra. Si queremos un futuro luminoso y pleno, debemos apropiarnos de aquello que un día elegimos ignorar. Recobrar esas partes que nos pertenecen pero no hemos querido o tal vez sería correcto decir, que no hemos podido reconocer. Hagamos acopio de nuestro para convertirlo en algo valioso y duradero. Conformarnos o negar de lo que somos capaces no es una alternativa.

Inicia el año, la década, una nueva vida. Seamos como las cabras, motivadas hacia un objetivo, que hay tantísimas montañas que cruzar, como desafíos a enfrentar.

Tom Petty lo sintetiza mejor que yo.

¡Buenas Lunas!

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