#Géminis. Alicia en el país de las maravillas: seis cosas imposibles antes del desayuno.
@bestiecilla
– ¿Podrías decirme, por favor, qué camino debo seguir para salir de aquí?
– Esto depende en gran parte del sitio al que quieras llegar -dijo el Gato.
– No me importa mucho el sitio… –dijo Alicia.
– Entonces tampoco importa mucho el camino que tomes –dijo el Gato.
– … siempre que llegue a alguna parte –añadió Alicia como explicación.
– ¡Oh, siempre llegarás a alguna parte –aseguró el Gato- si caminas lo suficiente!
A los géminis les gusta jugar con las ideas. Entusiastas y llenos de energía, se dedican a explorar el mundo con la mente regada por doquier. Todos los rincones que se van encontrando les despiertan curiosidad, incluidos los que a primera vista lucen peligrosos o aburridos.
Alicia en el país de las maravillas, la célebre novela de Lewis Carroll, tiene como personaje principal a una pequeña géminis que una tarde, siguiendo a un conejo blanco, cae en una madriguera. O eso cree, porque el agujero poco a poco va convirtiéndose en un túnel horizontal y en la puerta de acceso a un mundo de ensueño. Al aterrizar, intacta, en el país de las maravillas, Alicia entra en un espacio de absurdos y paradojas lógicas: el campo de juego perfecto para los nacidos bajo este signo.
En el libro, los pensamientos desperdigados de Alicia pasan de la genialidad a la contradicción. Con la característica dificultad para enfocarse de los géminis, nuestra heroína pasa de una cosa a otra sin descanso, buscando la novedad en un jardín de flores parlanchinas, al fondo del mar o en una fiesta del té con un sombrerero loco y un lirón. En una de sus primeras aventuras, Alicia encuentra una poción con una etiqueta que dice "bébeme" y, sin dudarlo, le da un enorme trago. ¿Una locura?
“Creo que sí, estás demente. Pero te diré un secreto: las mejores personas lo están.”
Si Alicia se encuentra algo que comer, lo comerá. Para Alicia, lo importante es contar la historia. ¿Qué historia? Es lo de menos: le sirve cualquiera que se vaya encontrando por ahí.
Cuando una oruga azul fumando narguile que le pregunta sobre su identidad, la pequeña aventurera no puede contestar nada puntual porque, tras haber cambiado de tamaño varias veces, ella misma ya no sabía quién era.
“Sabía quien era esta mañana, pero he cambiado varias veces desde entonces.”
La clave de todo, para nuestra géminis en cuestión, parece estar en esa transformación constante. Tal vez la vida se trata justo de observar el mundo y hacerse preguntas sobre él sabiendo que se quedarán sin respuesta.